Cuando terminó, ayer (o hoy, porque terminó como a las 12 y media, pero como todo el mundo sabe: EL DÍA EMPIEZA CUANDO NOS DESPERTAMOS POR LA MAÑANA), me dispuse a darles de comer a los gusanos por última vez antes de irme a dormir.
Abrí la heladera (donde guardo las hojas en una bolsa para que mantenga su frescura), saqué unas lindas hojas.
Abrí la caja-1 de los gusanos chicos. Todo OK.
Abrí la caja-2 y tiro un par de hojas, miro en la esquina y veo ¡un gusano estaba tejiendo su capullo!
Ahí! En la única esquina que se ve! (Si no ves bien los "hilitos de seda", haz click en la imágen para ampliarla)
Cada vez más cerca a tener una mariposa en casa!
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